Ver los juegos bolivarianos para quienes disfrutamos el deporte es algo que disfrutamos, es una muestra que nuestro país mejora cada día, a pesar de sus autoridades y metidas de pata, ya es hora de ir dejando esa relación masoquista que tenemos con el fútbol el cual además de darnos cólera nos brinda una enorme dosis de curiosa decepción, o me van a decir que los tomo por sorpresa la eliminación de la selección? entonces existe motivo de sentirse decepcionado cuando lo lógico era no ir al mundial?

Veía las entrevistas a los deportistas de los demás países, que te pareció la competencia?  esperabas ganar? ahora cuales son tus siguientes metas? etc

Hasta que llega la pregunta del millón:

*Que te ha gustado de Perú?

-Su comida

*Te gusto el ceviche?

-Si claro riquísimo

Nos da una sensación de alegría cuando un extranjero siente agrado por nuestra comida, que merecido lo tiene, a excepción de Ivan Thais que alguna vez dijo que la comida peruana era indigesta, luego de decir que no había comido varios platos típicos, como llego a la conclusión de la indigestión? buena pregunta.

Que tenemos una gama muy nutrida de alimentos de las 4 regiones(incluido el mar) la tenemos, de eso no cabe la menor duda, cada vez que viene alguien le preguntamos por su gusto hacia los platos conocidos teniendo una certeza que dirá: exquisito, riquísimo, delicioso, suculento, esta buenazo, etc

Pero, es eso suficiente? podemos aspirar a que en los Panamericanos del 2019 cuando se le pregunte a un deportista extranjero que le gusto de Perú responda:

*Su limpieza, orden, seguridad, áreas verdes, poco tráfico, bastante público en todos los deportes.

Así sea una de ellas, pero que las mencione, porque no aspirar a ser más que un país donde se coma rico, sino a tener más características positivas que deriven de una buena organización, de un cambio cultural promovido o sustentado por las autoridades de turno, es eso tan lejano? No solo basta esperar lo que haga un alcalde, el cambio inicia en nosotros.